LA FRANJA SALE DEL ARMARIO
Por BERNAT JOAN I MARÍ Eurodiputado por ERC
En un artículo titulado «Buscando el sol en los armarios»,
Enrique Serbeto (Enric Cervet?) se extraña de que, habiendo
tantos problemas en el mundo (terremotos, ciclones tropicales,
terrorismo, sida...) a un servidor se le ocurra organizar
algunas actividades en Estrasburgo en favor de los derechos
lingüísticos de los ciudadanos de la Franja catalanohablante,
bajo administración aragonesa. Más que «buscar el sol pels
armaris», lo que nos ha movido a reivindicar unos derechos
individuales elementales ha sido un pequeño ataque de
dignidad. Porque ciertamente es más preocupante que te peguen
un tiro o que te parta un rayo que no que te echen de una
consulta médica porque hablas tu lengua en tu tierra, y puede
hacer más daño un huracán en México que un juez que ejerza
en Fraga, Mequinença o Vall-de-roures i no hable ni escriba
la lengua catalana.
Pero también es justo señalar que los derechos son los
derechos y deben ser defendidos y aplicados (por muy rumboso
que sea el Estado y por muy mañicos que sean los gobernantes
de Aragón). Tal vez lo que empieza a ocurrir es que los
catalanohablantes bajo jurisdicción aragonesa salen del
armario y no están dispuestos a sufrir tantas humillaciones.
Quieren que sus hijos puedan estudiar en catalán, que en el
ayuntamiento o en la comisaría les atiendan en su lengua, que
los servidores públicos (en el mundo civilizado se llaman así;
en España y otras regiones de Francia, funcionarios) sirvan a
la gente en su lengua.
Si los catalanohablantes de Aragón salen del armario,
bienvenida sea su salida. Espero que salgan también los que
hablan bereber (amazight) en Al-Meliyia y son tratados como
extranjeros por España, los que hablan árabe o amazight en
Sebta y se encuentran en el mismo trance, los que hablan
portugués en Olivenza y tienen que declarar en español ante
el juez o los que se expresan en gallego en Ponferrada y, en
cambio, se les obliga a usar el castellano oficialmente. Y
nosotros nos apuntamos a todas estas causas justas, como nos
apuntamos a la defensa de los derechos de los kurdos en Turquía,
de los demócratas en Irán o de los trabajadores del sector
petrolero en Rumanía.
Ninguna causa nos es ajena, porque los independentistas
catalanes somos, ante todo, personas cosmopolitas, plurilingües,
liberales y, sinceramente, sin afán chovinista, creo que
tenemos pocos de los vicios más típicamente españoles.
Abramos pues los armarios, superemos la naftalina, lavémonos
la caspa, y que reluzca un poco más el sol.
http://www.abc.es/abc/pg051028/prensa/noticias/Nacional/Nacional/200510/28/NAC-NAC-042.asp